Dicen que el amor lo cambia todo. Es cierto. Pero nadie ha dicho que sea siempre para bien. A veces, el amor duele como una lanza atravesada en tu corazón inmortal. Otras veces, el amor duele como una quemadura que se extiende de adentro afuera, engullendo todo tu ser, hasta la última célula. El suyoSigue leyendo «El arma de los dioses»