Los cuernos resoplan, las almenaras arden… Es demasiado tarde para huir: han traspasado las murallas. Chocan las espadas, resuenan los gritos. Nuestro ejército combate contra una fuerza muy superior. Su deseo es grande, su ímpetu también. Hace siglos, los Dioses depositaron en este suelo la Llama que Todo lo Enciende. Esta Llama alimenta todo loSigue leyendo «La Llama que Todo lo Enciende»