Todo héroe necesita un antagonista.
En ‘Reinicio’ hay dos, heroína y héroe, Casandra y Markus. Son imperfectos, son jóvenes y están aprendiendo, pero son fuertes y resilientes. Por eso son capaces de enfrentarse alguien tan formidable como Nicholas Parker.
Me interesaba crear un personaje poderoso como origen del conflicto al que los protagonistas se enfrentan. Sin embargo, no deseaba añadir más líneas a la típica dicotomía entre el bien y el mal que suelen ofrecernos las historias en libros, cine y televisión. Nicholas es un hombre ya anciano, con sus creencias y sus pareceres un poco pasados de moda; que, cuando la vida le obliga a enfrentarse a algo que no puede solucionar por sus propios medios, toma una mala decisión. ¿Cuántxs de nosotrxs no hemos hecho algo similar alguna vez? Todxs somos buenxs y malxs, dependiendo del momento, la situación, el receptor de nuestras acciones. La salvedad es que, manejando tanto poder como maneja Nicholas, las consecuencias de sus buenas o malas decisiones pueden ser, son, planetarias.
Otra cosa que me parecía interesante y que surge varias veces en la historia, a través de algún otro personaje, era recalcar el valor de la experiencia. Dice el refrán que más sabe el diablo por viejo que por diablo, y yo así lo creo. También creo que nunca es tarde para hacer lo que se quiera hacer, solo hay que atreverse. Nicholas Parker es un hombre que no se rinde, aunque se le acabe el tiempo; en cambio, echa mano de todos sus recursos para evitarlo, al punto de, incluso, intentar revertirlo.
Respecto a la relación entre estos tres personajes, no quería que Casandra y Markus vieran a Nicholas como el enemigo a batir desde el principio. Para ello, la fórmula que utilicé para introducirlo en sus vidas fue convertirlo en el jefe de Casandra. Un tiburón de los medios de comunicación para el que, lo confieso, me inspiré en Ted Turner. Nicholas es quien que la contrata y quien provoca así que ella se mude de su ciudad a la ciudad donde reside Markus. Por tanto, es gracias al señor Parker que ellos dos se encuentran, algo que tendrán que agradecerle siempre.
Pronto, entre Casandra y Nicholas surge una relación de mentorazgo (sé que esta palabra no está en el diccionario, cosa que no comprendo…). Nicholas es capaz de identificar el talento natural de las personas, y de eso mi protagonista femenina tiene un montón. Ellos se valoran, se respetan y se tienen un cariño que cada cual expresa a su manera; y que se mantiene vivo a pesar de los acontecimientos posteriores.
Entre Markus y Nicholas, la cosa es diferente. Al principio, Markus es un aprendiz frente a Parker, quien le impone sus condiciones constantemente. Conforme este último va evolucionando, el joven deja de temerle, incluso de respetarle, fortaleciéndose en su don. Aunque Markus tiene un carácter que puede descontrolarse si se deja llevar. Y Nicholas es un provocador por naturaleza…
Cuando elegí el nombre de este antagonista, pensé sobre todo en la resolución de la historia. Cómo se cerraría su trama particular, qué aportaría él realmente al resultado final. Nicholas (y sus variantes en cualquier idioma, como nuestro Nicolás) es un nombre griego que significa ‘la victoria del pueblo’. Y así será, pues los mayores sufrimientos empezarán y acabarán con Nicholas Parker.